domingo, marzo 19, 2006

Solonia, a un paso del cielo


Este es un artículo publicado en la revista GAM (Gaceta Aérea y Marítima de Venezuela), me ofrecieron un pequeño espacio para hablar sobre mi experiencia en Solonia y le pedí al espíritu santo que lo escribiera y esto fue lo que escribí:


En la Gran Sabana, entre el Paují e Ikabarú, se encuentra uno de los tesoros de nuestro país menos conocidos, pero sin duda uno de los más hermosos. Se trata del campamento Solonia, que significa Guardián del Paraíso, y no en vano obtuvo ese nombre: desde que pisas su suelo te sientes en una tierra que si no es, por lo menos se parece bastante al cielo. La paz se respira en todos sus alrededores y la calidez de quienes te atienden te transmite una muy agradable sensación a hogar.

El inigualable paisaje que se observa desde el campamento te hace pensar que su creador estaba de muy buen humor el día que lo creó: valles, tepuyes, praderas inmensas, saltos y pozos de agua, la tranquila combinación de los sonidos de la sabana y el cielo copado de estrellas, que sin duda te harán olvidar cualquier preocupación que hayas llevado contigo.

Más aún, Solonia te ofrece la posibilidad de llevarte contigo la paz de la naturaleza de regreso a tu casa, para vivirla en cualquier lugar en que te encuentres. Contínuamente están dictando los cursos "Aprendiendo a Ser", que favorecidos por una naturaleza espectacular que te invita a conocerte a ti mismo, te enseñan lo fácil que es permanecer en paz y expresar amor por todo lo que haces. En mi experiencia una vez que empecé a hacer los cursos comencé a notar cambios en mi mismo y en mi manera de ver el mundo, y me hallé con la grata sopresa de que estaba viviendo constantemente en paz, sin preocupaciones por el futuro, y sintiendo mucho cariño por todas las cosas.

Cada paseo o excursión que realizas en los alrededores de Solonia son una experiencia magnífica en inolvidable. Una corta caminata de montaña te lleva a la cima del tepuy donde se encuentra ubicado el campamento, disfrutar de los muy distintos paisajes que te muestra la excursión durante su recorrido revela algo extraordinario al final que de primer impacto me dejó boquiabierto y me hizo exclamar "esto es lo más bello que he visto en mi vida". Imagina estar sentado sobre una roca inmesa con los pies colgando al aire, un viento incesante que sopla de frente y justa ante tus ojos abajo y extendiéndose hasta donde alcanza la vista, la selva amazónica increiblemente verde que parece un cesped o un mar verde. Cuesta creer que los árboles que se ven todos tienen al menos 30 metros de altura porque desde la cima del tepuy pareciera que pudieces pisarlos a todos. La vista de vez en cuando se ve interrupida por el vuelo de las guacamayas buscando refugio en las paredes del tepuy o alguna otra ave que desde arriba busca sentarse sobre la copa de uno de los lejanos árboles.

Si puedes imaginar esto, entonces piensa lo increible que es estar allí justo antes del amanecer y escuchar la selva despertándose mientras el sol se eleva como una pelota roja en el horizonte. Imagina sentir un silencio absoluto y que luego los primeros pájaros de la mañana empiecen a cantar, se oye el grito de los araguatos retumbar por toda la selva, las guacharacas que dicen y se contestan, las guacamayas que anuncian el alba, el rumor de los ríos incesantes. Sin duda es un lugar para quedarse sin pensar sintiendo todo lo que la naturaleza te ofrece.

El tiempo que estuve en el campamento me hizo querer regresar pronto a él. Durante el camino de regreso sentí que algo había cambiado y cuando llegué a mi casa, me di cuenta que definitivamente fue así. Me di cuenta que la sensación de paz no se había quedado en la sabana, la había traído conmigo a la ciudad, que veía las cosas diferentes, que no me molestaba por muchas de las cosas que me molestaban antes, incluso me pareció que las personas habían cambiado a mi regreso, y me encontré haciendo mis cosas diarias con gusto y sin tedio. Sin duda yo había cambiado.

2 comentarios:

Santi dijo...

Cada día somos más caminando el único camino que lleva alguna parte. El guion está en marcha, pronto caminaremos Uno.

Tamujin dijo...

Guauuuu! Que descripcion tan pictorica! Ya me hiciste investigar acerca de ese lugar. Ahora mismo me gustaria disfrutar del panarama con mis ojos de carne y llevar a mi cuerpo a vivirlo.

Saludos!